jueves, 19 de enero de 2017

Siete Monos

-Alguna ha encontrado a Dios?
Quizás Megan por un momento pensó que lo había encontrado. Mil sms, mil mails y todos para ella, sólo y exclusivamente para ella. Guapo, joven, educado, bien vestido, con  trabajo digno, como se suele decir un hombre en condiciones. Creo que hasta un día cocinó, ya veis era algo singular.
Ummmm, pero la cosa se empezó a trocer (cómo no), ya no era todo tan bonito, tan dulce, tan romántico... y enfado tras enfado hasta desaparecer del mapa.
-A quién no le han puesto a prueba en algún momento? Los humanos por defecto somos así buscamos acción para tener reacción.

 Megan decidió empezar otro juego. Iba a ser capaz de conseguir lo que todas hubiéramos deseado en alguna ocasión, decidió tenerle a sus pies, si a sus pies, con un simple mail, solo tenía que conseguir que quedara con ella y por supuesto que hubiera escena de cama (pero sin fin).
Pues si chicas lo consiguió, cómo no lo iba a conseguir? A los diez minutos había recibido respuesta para quedar un día después.
Lo que no se imaginaba él, era que Megan había hecho una apuesta y que sabía por lógica que iba ganar. En esta ocasión ella era la que le iba dejar por los suelos como una colilla.
-Bobo, más que bobo, no sabes que una mujer te puede llevar dónde ella desee?

Efectivamente Megan ganó su apuesta.

Muchos de estos personajes que aparecen por la la vida, son los típicos casos de "cabras tristes", primero te comen, luego se cagan y al final te embisten.

Lo que no saben ellos, es que tienen un mono en su frente, pero nosotras tenemos siete y uno sentado en una silla.

Hombres, quien quiera, que juege al juego de los "Siete Monos".




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